1 de julio de 2007

INEDITOS


Algo de alguna historia pasada, escrita y, por qué no, olvidada.


ACERCA DE ELLA

Agregar contacto: permitir a esta persona saber cuando usted se encuentra conectado o no permitirlo. Chequeo el primer cuadrado y acepto. Y ahí estás, con tu apodo en mis contactos y aquí no ha pasado nada, no hay mala onda, sin rencores, sin culpas, sin vernos y menos hablarnos, sin saber nada de ti más que el deseo de querer que estuviera en tus contactos. Situación extraña y ridícula, totalmente mal conceptuado: qué es eso de “contacto”, que es eso de permitirte a ti que tengas algún contacto conmigo, si aquí no hay ni relación, ni vinculación, ni unión, ni acercamiento, ni trato, entonces que es contacto ahora, ¿la presencia del nombre de alguien, o peor aún, cualquier asignación, en un programa cómodo en línea? ¿Está ya todo tan reducido? Crees que lo facilita, que ahora vas a poder decirme todo lo que callaste esa noche en donde no pudiste si quiera mirarme a lo ojos para decirme que no era yo la persona con quien querías estar. O quieres entablar una nueva relación conmigo, una especie de amistad a medias, una suerte de que hablemos pero que nadie se entere, no muy distinto a lo de antes, por lo demás. ¿Qué clase de contacto buscas ahora? ¿Un zumbido para llamar mi atención, un corazón que me explote en la cara, un como estás con letras que bailan? No sé ni siquiera porque acepté está invitación, pero ahí estás, en la sección de “no clasificados” junto con OCIO discotheque y otra gente que nunca se conecta, al lado de quienes he tenido contactos ocasionales e incluso aquellos con los que nunca he tenido contacto, en fin colindando con todos aquellos que no sé porque acepté, alguna vez, tenerlos (algún deseo de tener más amigos, supongo). Y no paro de mirar tu apodo, como si pudieras aparecer entre las letras, como si pudiera dibujar tu rostro con cada una de ellas. Atrapada en este espacio cibernético en donde hay sólo letras y una tremenda programación que te hace la vida, supuestamente, más cómoda y sencilla. Para mi no. Me siento extraña, es como si te hubiera dejado entrar a mi vida, como si no creyera que me harás daño o como si dejara que lo hicieras… que rayos! Es sólo un maldito programa en línea, nada porque temer tanto… supongo.

Mientras más formas tengamos de comunicarnos más maneras hay de relacionarse. Se forma esta dualidad de aquellos con amores y odios. Quien ama tendrá más vías para demostrarlo, resultado aliviante. Más quien odia tendrá las mismas vías, y el resultado, asfixiante.




Y DE ELLOS



No sé cuál es la distancia que nos separa con Valparaíso, pero recuerdo que fue un esfuerzo brutal llegar a esta cabaña veraniega, llena de invitaciones añejas que jamás pude concretar, hasta ahora.


(¿Qué es lo que hace un espacio frente al mar un lugar tan apacible y sereno?)


A lo lejos diviso a los compañeros, casi como formados en fila, liderando la chaqueta azul del Miguel, le seguía la cabellera despeinada de Francisco, luego la silueta incomparable de la Chica y cerrando la hilera el individuo de un poco más de un metro, Agustín, quien va guiado tan sólo por las faldas de su madre. Llegamos, perdidos, obviamente, porque las indicaciones nunca son tan claras. Y ahí estaban todos, como siempre, en la dimensión paralela de la marihuana, en donde generan un mundo buena onda y libre... el resto no percibe ni esta libertad ni esa buena onda.


(¿Qué es lo que hace que un caño sea tan bueno?)


El Ruso está chato, la Pancha también y es raro porque esta mujer funciona aún cuando duerme. Yo también lo estoy. Desconfío de este estado. Puede que haya sido algo más que el cansancio el hecho de no haber hablado ni una sola palabra en los treinta minutos siguientes. Me extraño. Pestañeo y abro, y claro, están todos, los de siempre, algunos más amigos, otra sencillamente gente con la que me pego un carrete de vez en cuando. Pero todos conocidos, pero qué tan conocidos. Lo único que distinguía eran personas en este mundo casi psicodélico. Situación ridícula por lo que me apuro a abrir la botella de cola de mono que había llevado para “compartir”, le sirvo un vaso al Ruso, a ver si ahora se nos ocurre algo que decir, pienso. De pronto éramos menos y pude sentirme un poco más conectada con esta casi sociedad. Como si esta sustracción de personas aumentara el espacio para poder respirar. Me río y comparto, los chicos hacen lo mismo. Risas, pitos y más vino. Entro en este mundo libre y buena onda, puedo percibir a la Pancha imaginando un ritual casi chamánico, en donde el Ayahuasca se encontraba camuflado en un melón que tomábamos a medida que tocaba el turno.


(¿Cuántos grupos se pueden formar en un carrete?)


De golpe llegan todos, se corta la escena, como cuando se coloca el dedo en una hilera de hormigas. Nos perdimos todos, los unos de otros y seguí mi viaje sola, contemplando el mar, las estrellas y la ráfaga de luces que emanan del puerto. Y ya fusionada con el paisaje los busco, los busco a todos, incluso aquellos que no conozco, incluso aquellos que no me interesa conocer, y tan sólo diviso a la Pancha y al Ruso quienes no han dejado de estar a mi lado desde que partimos de Valpo, con quienes viaje casi 2 horas para llegar a estas Playas Doradas, como la llamó después. Yo no vi nada, ni laguna, ni playa, lo único verde fue el caño que hizo la Choza como bienvenida a este mundo libre. Sabes, tampoco vi libertad. Y de repente realizo que no fue una pérdida masiva, que no habíamos arrancado todos como hormigas, que tan solo era yo. Yo en este agujero negro de la noche en donde mi mundo se confunde con el pasto y el fuego que emana del asado. Y están todos, como siempre, reunidos hablando en un lenguaje que sólo ustedes entienden viviendo de su libertad y buena onda.


(¿Cuánta gente necesitas para sentirte a gusto?)


Me incorporo y busco a mis amigas, habían transcurrido ya largas horas y yo todavía no lograba conectarme en sociedad. Encuentro la excusa de hablarles de mi vida. Vuelvo a lo mismo en cuanto termino de hablar de ella. Veo la luz del fuego desaparecer en la medida que van quemando y ahumando el cerdo. Siete años mirando nuestros rostros y yo tan sólo conocía a dos personas. Despierto y la Choza me invita hacer yoga seguida de un baile asiático que me fue imposible entender. Y me quedo mirando desprotegida, ajena en mi propia vida. No pertenecía ni al baile, ni al yoga, ni a andar descalza para percibir la tierra, no era hija de Laguna Verde, no era ni prima ni sobrina. Bajan la Pancha y el Ruso cargando sus sacos, es que tenemos cosas que hacer. Los vi desaparecer por los cerros pensando todo el tiempo que debí irme con ellos, que por favor esperen que no me dejen sola en este lugar desconocido, que no quiero estar más acá. Almuerzo y me voy y recién al tomar la micro de vuelta me encuentro conmigo, me sonrío y prometo no dejarme de nuevo. Me bajo en Portales y pregunto ¿Es un espacio frente al mar un lugar tan apacible y sereno?

2 comentarios:

sides_b dijo...

acerca de ella...
¿ quien sera ella?(x que abajo queda claramente definido quienes son ellos)-
Msn, bloggers, fotologers... ninguno esta x sobre otro... pues todos poseen un comun denominador... la impersonalidad,capaz de propiciar una serie de supuestos que solo se generan frente al laptop en el que redacto este "comentario"...

"agregar contacto" otra definicion seria:
agregar (Del lat. aggregāre).

1.Unir o juntar unas personas o cosas a otras.
2.Añadir algo a lo ya dicho o escrito.

contacto (Del lat. contactus).

4.De enlace (‖ persona que tiene relación con otras, especialmente dentro de una organización).

5.Relación o trato que se establece entre dos o más personas o entidades

... "es solo un maldito programa en linea, nada x que temer tanto"... mientras tanto seguimos redactando frases e ideas que de seguro a ti (quien sea que lea esto) ya te esta generando "supuestos" acerca del contexto en que escribi esto... y lo que se escribio en la publicacion "acerca de ella"

x que en "acerca de ellos"
me parece todo mas familiar... incluso eso de "es un lugar frente al mar tan apacible y sereno?"

espero tus escritos
creo en ellos
en lo que "me" dicen...

te sigo(siempre)leyendo...

Y.a.A.g

Anónimo dijo...

en el primer texto estoy en absoluto desacuerdo con eso de que a mayor cantidad de medios, mejor comunicación...


ese es nuestro mas grande error (digo "nuestro" en un sentido gerenacional) pero en fin,

una ilusion mas, de esta pretendida modernidad.

no te conozco (o si?), pero me gusta LO que escribes (no me gusta mucho COMO lo haces)

T E I N V I T O

Al desconcierto de un camino amplio y a la aventura de andar a pies descalzos