
17:30, Av. Grecia con Maratón y se veían en ambas direcciones, un desfile de poleras con diferentes imágenes de la película The Wall, fotografías de Roger Waters, tanto del 2002 como la oficial de este concierto, y con el mítico logo de la pirámide del The Dark Side of The Moon, en todos sus colores, formas y estilos. Todos fanáticos con la idea de ver al genio fundador (que no se nos olvide Syd) de una de las bandas de rock progresivo más importante de todos los tiempos. Ya llegando a Pedro de Valdivia se asoma la última persona que hace la fila para ingresar a cancha, aún las puertas cerradas y como música de fondo, la prueba de sonido de Shine on you crazy diamond. Aún temprano para ingresar al Estadio Nacional, nos dispusimos con nuestra tropa de gruppies (quienes viajamos en la parte de atrás de un camión desde Valpo., con colchones en el piso, pititos y toda la onda de un viaje típico de los ’70), a refrescarnos del calor santiaguino en la típica plazuela de los edificios tipo block. 19:00, luego de saciar la sed, introducirse ciertas sustancias ilegales (pero de las más sanas) y pasar por dos controles de seguridad, logramos ingresar a la cancha del estadio. Cerca de 45 mil personas (según lo que leí en el diario), dos pantallas que no lograban capturar en su totalidad el escenario, cuya escenografía era una imagen ambientada en los años ‘40, junto con una radio de la época, una botella de whiskey y un vaso. La calidad de la imagen hacía cuestionar si era o no real el avión de la segunda guerra mundial, colocado en el extremo superior derecho del escenario. 21:00, casi cronométrico, parte Roger Waters. Una mano tomando un cigarro aparece en escena, y realizo la imagen tridimensional de la pantalla del escenario que será compañía toda la jornada. In the Flesh?, abre el concierto junto con fuegos artificiales y sonido envolvente que te hacían inserto en el mejor de los parlantes, coreando las canciones mientras todo el público formaba la cruz de los martillos con los brazos, emulando la película The Wall. La niña de no más de 16 años le comenta a su novio “esta intro es re-larga, tenemos pa’ rato”. Ella no pesaba ni el detalle de cada acorde ni el significado de Shine on you Crazy Diamond, dedicado al diamante loco, Syd Barret, con imágenes de los años ’60, en colores amarillos y rojos. Waters hipnotiza a la audiencia con temas de sus álbumes como solista, destacando el sello que le otorga a cada una de sus creaciones musicales. Temas del álbum The Final Cut (último disco grabado junto a Pink Floyd) rememoran épocas de la segunda guerra mundial. En The Fletcher Memorial Home aparecen imágenes de Saddam, Bush, Reagan y Stalin, donde en la última frase del tema “now the final solution can be applied”, cita al último dictador con “la muerte resuelve problemas, sin hombres no hay problemas”. Termina la primera parte del recital con el cerdo mítico del álbum Animals, el cual volaba en el sector de los más privilegiados del Nacional, al son del tema Sheep. Frases con toda una crítica social como "Socialismo al servicio de las S.A.", "Va a nevar en el espacio,